Caosalidad

Embrollo seductor de contradicciones

Identidad no cristalizada que coquetea con las inseguridades

Dolor enmascarado de palabras rimbombantes,

poemas y tonterías para hacer la risa estallar.

Engaño, temor y sadismo. Lealtad, ternura y resiliencia.

Ficción, provocación, envidia.

Viscera acongojada.

Ojos secos. Magia caduca o truco vencido. No importa,

nos arrastró la esperanza,

nos hizo dar pasos de más. Culpable el pop,

culpable la imposibilidad de elegir.

Culpable de creer.

Ausente de deseo, resquicio de lucha.

Resignación que no emancipa,

pero alivia la presión constante de los sesos.

La espina dorsal no comunica ya,

está sedada hasta nuevo aviso.

Mientras tanto todo pasa en cámara rápida,

en automático y sin posibilidad

de edición.

Un mal montaje, un insípido final

que es inicio.

Soso. Insípido. Real.

Adaptación gestada desde

la crianza, pillaje, cultura, privilegio,

pero sobre todo,

sufrimiento.

O no. O sí.

Posibilidad de registrar y comunicar.

De argumentar, de ser profundamente banal.

De conectar. De tener un timbre de voz grave y certero

Contrargumento. Mentira trabajada, bien invertida.

Tardía maduración,

necesaria para tiempos otros.

Bolcheviques de la moral.

Condición generacional: trampa deliciosa.

Ilusión transformadora.

Fantasma enamorado de un ser tangible,

original y desagradable.

Te encontré. Salté la frontera. Quiero amarte, pese

a la caosalidad.